Bruselas, 29 de abril de 2021 –
«La Comisión Europea ha publicado hoy su estudio, encargado por el Consejo de la UE, sobre las «nuevas técnicas genómicas», que sugiere que la legislación actual sobre los OGM no está «adaptada al progreso científico y tecnológico» de las nuevas técnicas de modificación genética. ECVC denuncia este intento de la Comisión Europea de encubrir su falta de acción en la aplicación de la actual legislación sobre OGM, y también denuncia la considerable influencia de los grupos de presión agroindustriales en los resultados de este estudio.
Desde la publicación de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) del 25 de julio de 2018, que confirma que todos los nuevos OGM deben estar sujetos a las disposiciones del reglamento, la Comisión se ha negado obstinadamente a armonizar su aplicación por parte de todos los países de la UE. Sin embargo, la armonización del mercado único es una de sus principales tareas. Para justificar su falta, ahora propone modificar estos reglamentos para no tener que aplicarlos.
La Comisión se une a los grupos de presión industriales al enumerar las mismas promesas incumplidas que ya se hicieron hace veinte años para promover los OGM transgénicos: menos plaguicidas, mayor rendimiento, adaptación al cambio climático. Sin embargo, el 90% de las patentes reclamadas sobre los nuevos OGM se refieren a plantas plaguicidas tolerantes a los herbicidas. Mientras que la Comisión afirma ahora que las nuevas técnicas de modificación genética tienen el potencial de «contribuir a un sistema alimentario más sostenible en línea con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la estrategia «De la Granja a la Mesa», ECVC reitera que solo la agroecología basada en el agricultorx permite obtener cultivos abundantes y resistentes frente al cambio climático, abandonando los pesticidas, algo que la modificación de unos pocos genes nunca permitirá.
A continuación, la Comisión afirma que las normas actuales no son aplicables porque no pueden distinguirse de las plantas cultivadas de manera tradicional. Sin embargo, la Unión Europea es la campeona de la trazabilidad, que permite etiquetar muchos productos de calidad que los análisis genéticos no pueden distinguir (DOP, cría en libertad, etc.) ¿Por qué no puede hacerlo con los nuevos OGM?
Además, las técnicas genéticas permiten distinguir cualquier planta o animal reproducido en el laboratorio mediante el cultivo y posterior regeneración in vitro de sus células, cultivos que son imprescindibles para todas las técnicas de modificación genética desarrolladas en la actualidad. Estos cultivos celulares in vitro generan múltiples cambios genéticos involuntarios que nunca se producen de forma natural. Probablemente por eso la Comisión Europea ha cambiado discretamente la orden del Consejo Europeo para basarse en la sentencia del TJUE. En efecto, aunque el TJUE confirma que todas las técnicas de modificación genética aparecidas o desarrolladas principalmente antes de 2001 entran en el ámbito de aplicación del reglamento, la Comisión ha eliminado el término «principalmente» para centrarse únicamente en las técnicas aparecidas después de 2001. Esto le permite evacuar los cultivos celulares in vitro junto con todas las demás técnicas que aparecieron poco antes de 2001, principalmente se desarrollaron después de esa fecha, como la transgénesis, cuya regulación nadie discute.
La Comisión Europea anuncia la apertura de una consulta pública para explorar las opciones políticas en los próximos meses. Para ECVC, la Comisión debe revisar rápidamente su copia para abrir un debate público sobre una base sólida y no sobre mentiras.
Para garantizar el derecho de los agricultores a elegir libremente y a tener un acceso transparente a la información sobre los cultivos, pero también el derecho de los ciudadanos a saber qué tipo de productos acaban en sus platos, ECVC se opone a cualquier cambio en la actual normativa europea. Rechazamos la apropiación de la cadena alimentaria por un puñado de multinacionales gracias a las patentes que registran sobre estos OGM. Por este motivo, y en virtud del principio de precaución, todos los OGM deben seguir regulados por el derecho de la UE en este ámbito, tal y como confirma el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en su sentencia del 25 de julio de 2018.»
Contactos:
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